martes, 30 de diciembre de 2014

20014 12 07 Muniellos.

El otoño en Muniellos.

Ibias
Cangas de Narcea.



 
Pronto Acabará ya el otoño, así que no podíamos faltar a la ruta tan ansiada y propuesta por Slow, cogimos los paraguas y al lío, camino del Casino en Cornellana, en esta ocasión con Alejandra , Dani, Javier Fernández y Raúl y la de atrás sin cámara, como la rueda, no está para fotos el día.

Parada en Cornellana a la ida café y al regreso casadiellas para llevar.
Llegamos al centro de interpretación donde nos atendieron de lujo, gracias y estupenda miel también para llevar. 
Comenzamos una pequeña ruta en busca del comedor con vistas de Slow, no estaba para mas el día,
comenzamos el camino.
Como el viento vienes limpiando de polvo el camino,
con fuerza, arrastrando las marchitas hojas,
como el agua sin control, 
llevándolo todo a su paso,
como el trueno rompe el aire y el rayo quema el arbol,
vienes llevándolo todo a tu paso 
y llenando el espacio, mi espacio
de esplendor
y dulzura.

TUS MIRADAS
Tu soledad te defiendo,
te limitan tus miradas,
que yo sé que tu alma llega
adonde tu vista alcanza.
Este viento no es el viento,
es tu soledad alterada,
es tu mirar que revuela,
alborotando tu gracia.
Son tus ojos que acarician
horizontes y esperanzas,

aguas de lagos y ríos,
verdores de esbeltas ramas.
Los ojos con que tú miras
son ojos que te dan alas.
Es tu soledad valiente,
defensora de tu alma.
Manuel Altolaguirre
Comimos, disfrutamos, reímos 
y seguimos el sendero que nos lleva hacia nuestras monturas.

 Fríos vientos del norte arrastran las hojas muertas, acaba el otoño, viene el invierno mas no importa, la primavera se acerca.

  El bosque
Bajo las frondas trémulas e inquietas
que forman mi basílica sagrada,
ha de escucharse la oración alada,
no el canto celestial de los poetas.
Albergue fui de druidas. Los ascetas,
en mis troncos de crústula rugada
infligieron su frente macerada
y colgaron sus harpas los profetas.
 Y en tremenda ocasión, el errabundo
viento espantado suspendió su vuelo,
al escuchar de mi interior profundo
brotar, con infinito desconsuelo,
 la más grande oración que desde el mundo
se ha alzado hasta las cúpulas del cielo.
Manuel José Othón



Mientras unos ruedan,























otros observan y llenan.

5 comentarios:

  1. Fantastico reportaje majetones!!!
    Que bonito estaba el.bosque y que bien lo pasamos!!
    Unos ruedan y otros observan y llenan ;)
    Abrazotes.

    ResponderEliminar
  2. Precioso Enrique,la calidad fotografica de diez, los comentarios excelentes. que no decaiga.
    Un abrazo Alf-

    ResponderEliminar
  3. Mientras unos ruedan, otros observan y llenan... qué más decir..
    Abrazotes.

    ResponderEliminar
  4. Lo siento no he contestado porque no entraban y en el correo los avisos tampoco, hasta hoy al cambiar el trasto había configurado la cuenta antigua.
    Lo pasamos bien a pesar del agua, solo se moja quien le hace caso.

    ResponderEliminar

Bienvenido a este blog, gracias por sus comentarios NaClU2.